Las hojas se sueltan

Hablemos metafóricamente. Un día no ves tu nombre en una lista en la cual esperabas estar y te caes como una hoja en otoño, este otoño en el cual me encuentro, y de repente te das cuenta de que esa es la clave y la señal, y me acuerdo de una frase que escuché recientemente en un congreso de Conciencia a tu salud, uno de los ponentes dijo lo siguiente, "las hojas no se caen, las hojas se sueltan" y es cierto, a veces es necesario soltar y soltarse, la vida te va dejando pistas, aunque eso no impida la decepción, el dolor, el miedo, la culpa que se pueda sentir antes de asumir ese soltar y soltarse.
Tal vez algunos somos como hojas que en otoño tenemos que soltarnos y dejarnos llevar por el viento a otra parte, es como cuando te dan alas y no tienes más remedio que lanzarte a volar, es lo que se espera de ti.
Hay cosas y personas que uno tiene que darse cuenta de que ya han llegado a un determinado otoño y hay que dejar que se suelten o soltarlas.
Dicen que el otoño es la estación de la poesía y oigo a su vez decir a muchos poetas que la perdida, lo que se cae, lo que no tienes más remedio que soltar, te inspira más, yo también soy un ángel que escribe poesía y tras estas lineas y lo que hay en ellas el corazón me ha pedido algunos versos.
Tal vez las palabras pertenecen a ese mundo donde una vez que salen de la mente y de la boca se sueltan. Por eso la tristeza, la decepción, el dolor es mejor escribirlo, da igual si es en verso o en prosa y luego soltarlo y dejarlo ir.


Imagen digitalizada basada en una obra de Rosa de Soto (Ángel Bemol)


"Al final decidimos consciente o inconscientemente lo que se queda o se va."

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