Poemas alados

Poéticamente hablando . . . .

INSTRUCCIONES PARA SER AMADO POR UN  ÁNGEL

Si quieres ser amado por un ángel
has de saber que ellos no conquistan, ni seducen.
Que pueden leer en tu corazón y en tu alma,
entrar en todos los rincones oscuros que ni tú conocías,
y hallar el más leve pulso de luz escondida.
Que lo hacen sutilmente como el aire que respiras,
inhalado y exhalado en tus pulmones sin ser consciente de él.
Dejando cada sombra y la pequeña luz donde la encuentran,
y que si le dejas, esta última la hacen crecer.
No abren caminos solo acompañan en el caminar.
No te dan alas solo las plumas para fabricarlas.
La consigna es no interfieras, no persigas, no invadas.
Si te permites ser amado por un ángel.
No esperes que se queden solo en este mundo.
No pienses que puedes cambiar su naturaleza . . . huirán.
No esperes estar atado, no esperes ser esclavo.
No esperes escuchar en sus labios un te quiero,
solo sentirás como un leve aliento un te amo.

Rosa de Soto (Ángel Bemol)



Las hojas se sueltan

Hablemos metafóricamente. Un día no ves tu nombre en una lista en la cual esperabas estar y te caes como una hoja en otoño, este otoño en el cual me encuentro, y de repente te das cuenta de que esa es la clave y la señal, y me acuerdo de una frase que escuché recientemente en un congreso de Conciencia a tu salud, uno de los ponentes dijo lo siguiente, "las hojas no se caen, las hojas se sueltan" y es cierto, a veces es necesario soltar y soltarse, la vida te va dejando pistas, aunque eso no impida la decepción, el dolor, el miedo, la culpa que se pueda sentir antes de asumir ese soltar y soltarse.
Tal vez algunos somos como hojas que en otoño tenemos que soltarnos y dejarnos llevar por el viento a otra parte, es como cuando te dan alas y no tienes más remedio que lanzarte a volar, es lo que se espera de ti.
Hay cosas y personas que uno tiene que darse cuenta de que ya han llegado a un determinado otoño y hay que dejar que se suelten o soltarlas.
Dicen que el otoño es la estación de la poesía y oigo a su vez decir a muchos poetas que la perdida, lo que se cae, lo que no tienes más remedio que soltar, te inspira más, yo también soy un ángel que escribe poesía y tras estas lineas y lo que hay en ellas el corazón me ha pedido algunos versos.
Tal vez las palabras pertenecen a ese mundo donde una vez que salen de la mente y de la boca se sueltan. Por eso la tristeza, la decepción, el dolor es mejor escribirlo, da igual si es en verso o en prosa y luego soltarlo y dejarlo ir.


Imagen digitalizada basada en una obra de Rosa de Soto (Ángel Bemol)


"Al final decidimos consciente o inconscientemente lo que se queda o se va."

Movimiento solidario

Un ángel es solidario, empático por deber, trabaja desde el corazón, pero sin pretender salvar a nadie, establecemos los limites necesarios. Desde este espacio aporto y tu decides si te sirve o no, si conectas o no con estas palabras, si te puede ser útil o no.
En este espacio y en esta entrada decido dejarle un hueco a un gesto solidario. Decide tu si desear aportar a esta causa o no.


El próximo sábado 17 de octubre tendrá lugar la Gala de la segunda edición del Festival Internacional de Microcortos Ser o no Ser, esta vez bajo el lema "Impulso" se quiere concienciar sobre el cáncer, será en la Filmoteca Regional Francisco Rabal, la entrada cuesta 10 €, y lo recaudado se donará íntegramente a la Asociación Española Contra el Cáncer, si no puedes ir pero estarías dispuesto a colaborar hay una fila 0, haz tu donación de 10 €, y si eres una empresa, asociación o comercio y puedes aportar 50 € o más te estaremos muy agradecidos, serás nombrado durante el trascurso de la Gala, figurarás en las redes sociales del Festival Ser o no Ser, solo envía tu nombre y logotipo (si lo tienes) a info@seronoserfestival.es

La compra de entradas se puede realizar en la delegación de la AECC en Murcia (Calle Miguel Vivancos nº 5) o en Espacio Pático (Calle San Lorenzo nº 5) también se puede comprar haciendo un ingreso en la c/c: Triodos Bank ES33 1491 0001 2321 2710 5720, con el texto en observaciones "Número de entradas + entradas gala + nombre de la persona que recoge las entradas (deberá presentar DNI el día de la Gala para poder retirarlas).

Ejemplo: "3 Entradas Gala Pepe Pérez"

Si solo se trata de una donación en las observaciones pones "Donar Cáncer + tu nombre o nombre de tu empresa o asociación".

Danos tu impulso para acabar con esta enfermedad, cada gesto cuenta, como cada grano de arena es importante para crear la playa. 

Compártelo, difúndelo.

Muchas gracias de antemano. Besos y abrazos de corazón.

Historia del Duende de los nombres

Hoy es el cumpleaños de quien me presentó a Ángel Bemol y que me inspiró al Duende de los nombres y que mejor día que hoy para compartir su cuento.



Ilustración y cuento de Rosa de Soto (Ángel Bemol) todos los derechos reservados

Y para quienes no puedan leerlo bien en el archivo, aquí os lo dejo en cuento también:

CUENTO DEL DUENDE DE LOS NOMBRES

Conocí a un duendecillo simpático y travieso que solía realizar sus trastadas en un enorme castillo, este tenía muchos rincones y estaba rodeado por un inmenso bosque donde poder  esconderse. Un día que casi le pillan, o eso creía él, se lanzó por una ventana para huir, aterrizando entre un montón de hojas secas del otoño recién estrenado. Cuando logró quitarse las hojas que lo cubrían, vio junto a él al jardinero de palacio a punto de barrerlo junto a las hojas secas, ¡le habían descubierto! pero el jardinero no se había percatado de su presencia pese a que lo tenía delante. -¡Eeeeh estoy aquí! -, nada, ni le oía, ni le veía. Corrió al castillo, cantó, bailó, lanzó objetos a aquellos que lo habitaban. - ¡El castillo está encantado! – Gritaban. Pero ni le oían, ni lo veían. Eso le provocó cierta tristeza y ya no le pareció tan divertido, así que decidió marcharse.

Recorrió el mundo y en su trayecto empezó a ver nombres dibujados por los nervios de las hojas caídas, en primavera se los susurraban las campanillas de los prados, ¡qué extraño! Nunca le había pasado eso antes. Caminó triste, sin ganas de hacer travesuras y sin rumbo fijo hasta que un día llegó a un lugar llamado Polo Norte, prácticamente se tropezó con alguien llamado San Nicolás y esté al verlo decaído, lo acogió. Allí conoció a otros duendes que trabajaban fabricando juguetes.

Pronto San Nicolás descubrió que nuestro duende tenía un don curioso, podía adivinar que  juguete era el más adecuado para cada niño por su nombre, y no solo eso, los personalizaba al fabricarlos. Pero también se percató de que podía ver más allá de los nombres, a veces incluso parecía leer en los copos de nieve. El duende le confirmó que así era, veía nombres en los cristales que forman la nieve, en las hojas que caían en otoño y se los susurraban las  campanillas, pero no cualquier nombre, ni aquel con el que nos bautizan, sino el verdadero nombre de nuestras almas.  El generoso anciano se dio cuenta que el duendecillo tenía que volver al mundo y usar su don y habilidades de otro modo. Cuando este se despidió, antes de ponerse en marcha, se volvió hacía San Nicolás y le dijo - Has sido muy bueno conmigo y  quiero regalarte el nombre de tu alma, es Papa Noel, así te conocerán en todo el mundo. -

En sus viajes, el duende que no tenía nombre pero que los conocía todos, descubrió que al igual que San Nicolás habían más personas diferentes que podían verle, y a una de esas personas le dio el nombre de un Ángel apellidado Bemol, conoció a una maga muy especial que viajaba en el tiempo y en este caso le fabricó un bolso que ella convirtió en mágico. Y sigue regalando nombres y objetos muy especiales y personales. Talvez un día se cruce contigo y puedas verlo y entonces te dará algo que solo tú puedes tener, quizá un nombre o puede que otra cosa.



Luces tras la puerta

Cuentan que Ananda, el discípulo más abnegado de Buda, el día que este murió, lloró, el resto de los discípulos apiadándose de su dolor le dijeron. – “No llores, no estés triste, el maestro ha trascendido.” – “Lo sé”. – Les respondió Ananda. – “Mi llanto no se debe a su muerte, lloro porque he estado al lado del maestro prácticamente toda mi vida, le he escuchado, he atendido sus necesidades, he sido humilde y servicial y sin embargo no he alcanzado la iluminación.” Ananda lloró y lloró y cuando se cansó de llorar alcanzó la iluminación. Existe otro Buda, uno rechoncho y simpático que se le representa riendo, su nombre es Jato y según se cuenta también, este se ilumino riendo.

He pensado en estos personajes y reflexionado en torno a ellos y sus circunstancias. ¿Qué es la iluminación?, ¿Qué hay que hacer para alcanzarla? La iluminación es algo personal, no se logra de forma colectiva, me he pasado la vida leyendo, asistiendo a cursos y talleres, he escuchado a muy variados maestros de disciplinas también diversas, si esperas que alguien te ilumine vas muy equivocado, esa luz, ese interruptor en particular va incorporado en cada cual y cada quien y cuando se enciende lo hace de una manera distinta para cada uno, cuando decide brillar lo hace para romper algo en nuestro interior y asomarse a través de esas grietas. Para algunos el interruptor tiene forma de risa, para otros de llanto, de un instante de belleza o de tragedia extrema, puede llegar cuando se toca el cielo o se toca fondo, quizá se oculte bajo algunas capas de odio y violencia. 

Pablo de Tarso era romano, perseguía y mataba cristianos hasta que fue alcanzado por un rayo que le dejo ciego y en su ceguera vio y entendió, cambió, se iluminó y recupero la visión. 

No existen instrucciones para iluminarse, la historia de Pablo de Tarso podría resumir el proceso, la ceguera es algo simbólico, al final todo consiste en tener el valor de atravesar las propias tinieblas y estar dispuesto a ver con claridad. No hay que ver para creer, hay que creer para ver.

En cualquier caso no soy quien para definir lo que es la iluminación. Cada uno de nosotros somos seres únicos y la luz que portamos también lo es, así como el modo en el que ha de manifestarse.
Sé que no estoy iluminada, aún hay pedazos esparcidos de luces y sombras en torno a mí por identificar y recomponer, y la iluminación no es algo que se busca, es algo que se lleva, esa parte si la tengo muy clara, la iluminación es una decisión personal hacia la que nadie puede guiarte.

Quizá este nuevo nombre, este nuevo ser, a través del cual reflexiono y descubro todos mis rincones y estancias, compartiéndolas en forma de memorias de un ángel en tierra que ha de pintarse las alas todos los días, sea mi guía personal.

Quizá tras un verano nada tranquilo y un otoño que se ha estrenado algo convulso, se encuentren las puertas de la iluminación, no sé, el tiempo lo dirá. Aunque no existe una llave solo puedes llamar y esperar a que se habrá cuando llegue el momento.

Lo que si sé es que todos tenemos derecho a iluminarnos, a despertar, a ver con claridad, pero de nosotros depende permitir que se abra, nos rompa y reconstruya.



Imagen creada por Rosa de Soto (Ángel Bemol)

"Algunas puertas han de abrirse de dentro hacia afuera. No para que entre la luz, sino para que salga la que ya hay dentro."