¿Quién es Ángel Bemol?

En este blog he compartido historias de otros personajes y ahora me doy cuenta de que realmente nunca he hablado de Ángel Bemol y de quien está tras él. Empecemos por explicar que es un Ángel Bemol exactamente. Quien me regaló este nombre lo explicó de la siguiente manera "es un ángel en tierra por que los sostenidos son los que se encuentran pintados en las cúpulas, en los techos de los templos, mientras que un Ángel Bemol es aquel de carne y hueso destinado a caminar por este mundo". Visto así puedo decir que los ángeles bemol no tienen alas, ven con ojos humanos, se expresan con palabras que todos puedan entender, lloran y ríen como lo haría cualquiera y están destinados a ser luz para alguien o algunos. En definitiva ser más humano en un mundo empeñado en deshumanizarse cada vez más, por lo que estar destinado a ser un Ángel Bemol supone una gran responsabilidad. Tal vez tu que me estás leyendo seas un Ángel Bemol, pero sólo de ti depende saber que clase de llama portas para iluminar un poco más este mundo y sus oscuros rincones.
Más allá de eso, cuando llegué a este plano existencial me bautizaron como Rosa, un nombre que en cualquier caso no deja de ser igualmente bonito y que he llevado con orgullo al heredarlo de una gran mujer, antes de recibir este otro bautismo como Ángel Bemol. A lo largo de este tiempo que he compartido en este mundo siempre he sido una buscadora de mi verdad y de mi ser más genuino y para ello he contado con diversas herramientas, las dos más destacables son mi capacidad, desde que tengo uso de razón, de conectar con otros mundos y otras realidades, una faceta que muy pocos conocen, y la otra mi creatividad, durante muchos años me he movido por diversos campos del arte y la cultura. Considero que darle forma e identidad a Ángel Bemol ha sido uno de mis mayores logros creativos y me doy cuenta de que él llegó a mi vida para completar ese círculo donde los verbos creer y crear se unen en la primera persona del singular, "Yo creo".
Por cierto, no fui yo quien se bautizó como Ángel Bemol, de echo los nombres especiales sólo te los pueden dar otros, el mio me lo concedió el duende de los nombres o lo que es lo mismo Mónica Sánchez, creo que ya lo dije en su momento. Alguien que pasó por mi vida posiblemente para darme este nuevo nombre y el significado que hay tras él. He estado mucho tiempo lejos de todo eso y ahora siento la necesidad de volver a desplegar esas alas invisibles y observar de nuevo a la vida a través de los ojos de este ángel a ras de tierra. Por que todo el tiempo que he estado lejos me han acompañado algunas perdidas y sé que cuando vuelvo a refugiarme en sus alas el encuentro es de nuevo posible, pues otra de las características de un ángel en tierra es que también tiene momentos o etapas de perdida por lo general de si mismo, al margen de otras por las que en mayor o menor medida, queramos o no, pasamos todos los mortales, todo ello es parte de este entrenamiento llamado vida. 
Y decido inaugurar mi vuelta a este rincón tan especial para mí recordando su historia, esta vez en vídeo, con música y  narrándola con mi voz.





De paso aprovecho para compartir su más reciente y actualizado cambio de imagen, que pretendo sea algo más que eso, también un cambio de aptitud y de visión.


Hay que tener un par de bemoles para,
escoger la luz en tiempos de oscuridad,
para apostar por la paz en tiempos de guerra,
para hablar de amor en tiempos de miedo.