Divergente

Mucho tiempo sin hablar de una película y hoy quiero realizar una reflexión en torno a este film que en su día me hizo pensar y que considero enlaza y viene al caso con la entrada anterior. Basada en una trilogía literaria en la linea de los juegos del hambre, siempre es más recomendable leer los libros antes que ver su versión cinematográfica, habla de un hipotético mundo futuro donde para preservar el sistema social, la humanidad está dividida en cinco facciones o categorías, Verdad, Abnegación, Osadía, Cordialidad y Erudición, que desempeñan un cometido muy concreto. Al cumplir dieciséis años independientemente de la facción en la cual han nacido y han sido educados, han de superar una prueba y unirse a la sección para la cual demuestran tener más virtudes y habilidades. Pero nada es tan simple, algunos seres humanos nacen con características especiales, con dones y virtudes más amplias que los capacitan para pertenecer a más de una sección, los denominan divergentes, la líder de una de las secciones considera que estas personas tan poco comunes puede hacer peligrar el equilibrio del sistema y se está dedicando a eliminarlos sin el conocimiento del resto de las facciones y de la mayor parte de la suya. Beatrice, la protagonista, una divergente que ha logrado ocultar su condición en la prueba, es la única que puede mostrar la verdad acerca de lo que está ocurriendo.
Hace algún tiempo una amiga me dijo que en mis trabajos artísticos veía precisamente divergencias, que no terminaban de tener una personalidad concretas, un lenguaje determinado, que no me centraba en una linea sin salir de ahí, que eso a las personas les podía provocar cierta inquietud al no poder situarme en un estilo concreto con una forma determinada. Creo que me dijo algo realmente interesante y a tener en cuenta, ¿tanto necesitamos crear una vida segura, un entorno seguro, que todo lo que no se puede catalogar de una manera concreta, fijar sin que se mueva, sin que se salga de esos parámetros nos provoca desasosiego?, ¿O son solo unas cuantas personas concretas y determinadas que no toleran la evolución y el cambio, que temen salir de su zona de confort y que otros lo hagan, quienes realmente se sienten amenazados?  Podría considerarme divergente en mi forma de sentir, de ver el mundo y de expresarlo. Bien es cierto que cuando surge alguien que no se conforma con ser una sola cosa, con seguir un solo camino, expresarse de una sola forma, de encajar en un patrón o etiqueta determinada saltan las alarmas de muchos que no tienen el valor de salirse de la linea, de saltar la valla, de vivir evolucionando. En contra de lo que dijo mi amiga, leí una vez a un coach que planteaba lo siguiente, ¿para que quieres tener personalidad e identidad? Ya dije en una ocasión que la palabra personalidad viene de persona y persona del griego prosopom, que significa máscara, identidad viene del latín idem, que significa "igual a".
Hubo un tiempo que a los divergentes se les denominaba "hombres del renacimiento", como Da Vinci, que probablemente fue el inspirador de esa expresión, y se les consideraba genios.