Otro nuevo renacimiento

Quedó atrás otro solsticio de invierno y otra celebración de la natividad, ahora nos queda haber liberado lo que consideremos debemos liberar y si no es así aun estamos a tiempo hasta el nuevo año, que no es otra cosa que un nuevo ciclo y toda etapa o viaje nuevo, necesita aligerar peso por un lado y hacerse de herramientas nuevas para esa etapa o viaje. Del mismo modo que la naturaleza entra en sus ciclos de renovación, de muerte y renacimiento, como parte  de ella que somos, también estamos conectados a esa energía, aunque a veces no se entienda, o no seamos conscientes de ello. Fluir con esa energía de renovación y cambio permite que todo lo que tiene que llegar y cuando tiene que hacerlo llegue.
Nuestros ancestros lo sabían muy bien, estaban conectadas con la naturaleza y fluían con las estaciones y su energía, sabían cuando era el momento para plantar, sembrar, dar fruto y cuando había que tomarse el tiempo de hacer limpieza, de recolectar o dejar las cosas como estaban, reposando, hasta la próxima estación, hasta el próximo ciclo.
En este tiempo de invierno donde todo reposa, donde se gasta menos energía, es tiempo de recoger y tirar lo que se libero en nuestro ciclo otoñal, es tiempo de gestar, es tiempo de poner orden y plantar lo que esperamos que florezca y de sus frutos en primavera. Es pronto para rendirse. Las oportunidades existen tras cada invierno.


¡FELIZ RENACIMIENTO!



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