Otro nuevo renacimiento

Quedó atrás otro solsticio de invierno y otra celebración de la natividad, ahora nos queda haber liberado lo que consideremos debemos liberar y si no es así aun estamos a tiempo hasta el nuevo año, que no es otra cosa que un nuevo ciclo y toda etapa o viaje nuevo, necesita aligerar peso por un lado y hacerse de herramientas nuevas para esa etapa o viaje. Del mismo modo que la naturaleza entra en sus ciclos de renovación, de muerte y renacimiento, como parte  de ella que somos, también estamos conectados a esa energía, aunque a veces no se entienda, o no seamos conscientes de ello. Fluir con esa energía de renovación y cambio permite que todo lo que tiene que llegar y cuando tiene que hacerlo llegue.
Nuestros ancestros lo sabían muy bien, estaban conectadas con la naturaleza y fluían con las estaciones y su energía, sabían cuando era el momento para plantar, sembrar, dar fruto y cuando había que tomarse el tiempo de hacer limpieza, de recolectar o dejar las cosas como estaban, reposando, hasta la próxima estación, hasta el próximo ciclo.
En este tiempo de invierno donde todo reposa, donde se gasta menos energía, es tiempo de recoger y tirar lo que se libero en nuestro ciclo otoñal, es tiempo de gestar, es tiempo de poner orden y plantar lo que esperamos que florezca y de sus frutos en primavera. Es pronto para rendirse. Las oportunidades existen tras cada invierno.


¡FELIZ RENACIMIENTO!



Un Ángel Bemol poético

Si, llevo varios días desaparecido, tenía que ayudar a mi creadora que ha estado algo ocupada con dos recitales poéticos y una exposición que ha tenido. A parte de alguna musa tiene la suerte de contar también con un Ángel Bemol para inspirarse y como premio aquí estoy formando parte de los marca páginas que se encargaron para regalarlos en uno de los recitales poéticos que se hicieron, felicitando a su vez la navidad a los asistentes, ¿que sería de la navidad sin un ángel? . . . aunque sea bemol.



Fotografía de Lola Díaz (todos los derechos reservados)

Somos caminantes

Cuando se identifica y se asume el camino hay que andarlo aunque este tenga tramos de umbría o partes con luz, aunque en un momento dado se vea azotado por tormentas o se encuentren obstáculos en él. Cuando se escoge un camino hay que recorrerlo, nosotros somos el camino, el día, la noche, la luz y la umbría, el frío y el calor, la tormenta y la calma, también el obstáculo y la pendiente.


Obra plástica de Rosa de Soto (Ángel Bemol) todos los derechos están reservados

"Humildemente asumo que también estoy en el camino, que lo distinga no implica que deje de recorrerlo." 

Sobre la ausencia



Imagen digitalizada basada en una obra de Rosa de Soto (Ángel Bemol)

"Los demonios no son ángeles caídos, son ángeles perdidos."